La problemática que surge en torno a la enfermedad celiaca es la sintomatología de la misma, con esto quiero decir, que no todas las personas, que la padecen, presentan los mismos síntomas, o todos ellos, sino que varía, enormemente, dependiendo de cada paciente o individuo.
Para que nos hagamos una idea tan sólo el 10% de los celiacos responde al cuadro clínico clásico que corresponde a:
* diarreas crónicas.
* distensión abdominal.
* vómitos.
* poco apetito.
Declaración efectuada por la Doctora Isabel Polanco, jefa del Servicio de Gastroenterología y Nutrición Pediátrica de La Paz.
Otras manifestaciones pueden ser:
* Estreñimiento (como vemos situación contraria a la diarrea crónica citada anteriormente).
* Anemia.
* Alteraciones de tiroides.
* Abortos.
* Dermatitis Hepertiforme.
* Retrasos en crecimiento (en niños).
Declaración efectuada por parte del Dr. Rodriguez Tellez.
Frente a lo ya recogido, existen personas que no mostrarán ninguno de estos síntomas, de ahí que dicha enfermedad derive en una de las más complicadas de diagnosticar, todo ello, por no observarse las mismas dolencias previas en cada uno de los pacientes que acuden a su médico por sentir dolencias varias.
El único consuelo que nos queda es el hecho de recordar que dicha intolerancia tiene su componente genético, y por ello debemos estar pendientes siempre que alguno de nuestros antecesores padezca de la misma, o bien de diabetes, de tiroiditis, lupus, esclerodermia, psoriasis, etc... en fin de una larga lista de enfermedades autoinmunes.
(Fuente de la información: ABC.es).
OS SEGUIRÉ CONTANDO ...
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